El encéfalo es la parte del sistema nervioso central situada dentro de la cavidad craneal. Consta del prosencéfalo o cerebro anterior, el mesencéfalo o cerebro medio y el rombencéfalo o cerebro posterior.
El encéfalo, es un órgano que no está presente en todo tipo de organismos vivos, y la ubicación no es exactamente la misma, en los seres humanos y los animales vertebrados se encuentra en la cabeza, pero otros organismos pueden tenerlo a la altura del esófago o garganta.
El encéfalo se encarga de la transacción neuroquímica, esto es el proceso con el que controlamos nuestra inteligencia, memorias a largo y corto plazo y los controles y facultades motoras del cuerpo. Un dato muy curioso es que el encéfalo junto al corazón son los únicos dos órganos del cuerpo que si dejan de funcionar provocarían la muerte del cuerpo, porque no sobreviviría sin las funciones de voluntarias de su conciencia.
Los materiales que utilizamos para llevar a cabo esta practica son:
- Encéfalo
- Cubeta de disección
- Tijeras
- Bisturí
- Guantes
- Pinzas
- Bandeja de disección
El objetivo de esta practica era estudiar la estructura del encéfalo, distinguir las partes que forman este órgano y estudiar cada una de ellas.
Lo primero que hicimos fue colocar el encéfalo hacia arriba, de tal forma que quedasen a la vista dos partes de este órgano: el cerebelo y el bulbo raquídeo. El cerebelo es el encargado de hacer posible que mantengamos el equilibrio, que podamos coordinar movimientos simples y complejos y, en general, que los músculos de nuestro cuerpo respondan de manera fiel y eficaz a las órdenes que emite el cerebro. Por otro lado, el bulbo raquídeo se encarga de la transmisión de impulsos de la médula espinal al encéfalo.
Imagen en la que podemos observar el bulbo raquideo, en la parte superior y el cerebelo, en la parte inferior. |
A continuación, con ayuda de las pinzas de disección, pudimos observar las membranas que cubren todo el sistema nervioso central: las meninges.
Tras esto colocamos el encefalo hacia abajo, de manera que quedasen a la vista los diferentes lobulos y cisuras celebrales que componen el encefalo.
Posteriormente,
con la ayuda de un bisturí realizamos una pequeña incisión sobre el cerebro,
sin llegar a separar los dos hemisferios que lo componen. Al abrirlo pudimos
observar el cuerpo calloso, que se encarga de la unión de ambos hemisferios.
Una
vez visto el cuerpo calloso procedimos a dividir los dos hemisferios por
completo, el llamado corte transversal del encefalo, para asi poder observar el
tronco cerebral, que une el bulbo raquideo, la protuberancia y el mesencefalo,
y las partes más internas.
Imagen donde podemos observar el tronco cerebral, donde se unen el bulbo raquideo, la protuberancia anular y el mesencefalo. |
Después pudimos observar el arbol de la vida, formado por sustancia blanca en el interior del cerebelo.
Por ultimo, llevamos a cabo la observación de la hipofisis, la glandula que regula distintos procesos del organismo mediante la secreción de hormonas.
Ampliación:
El cerebro es el centro de control del cuerpo. Controla los pensamientos, la memoria, el habla y los movimientos. Regula la función de muchos órganos. Cuando el cerebro está sano, funciona de forma rápida y automática. Sin embargo, cuando ocurren problemas, los resultados pueden ser devastadores.
La inflamación en el cerebro puede conducir a problemas tales como la pérdida de la vista, debilidad y parálisis. La pérdida de células cerebrales, que ocurre cuando se sufre un derrame cerebral, puede afectar la capacidad de pensar con claridad. Los tumores cerebrales también pueden presionar algunos nervios y afectar la función cerebral. Algunas enfermedades cerebrales son genéticas; en otras, como la enfermedad de Alzheimer, se desconoce la causa..
Los síntomas de enfermedades cerebrales varían ampliamente dependiendo del problema específico. En algunos casos, el daño es permanente. En otros, los tratamientos como la cirugía, medicinas o fisioterapia pueden corregir el origen de la enfermedad o mejorar los síntomas.
Las etiologías más frecuentemente atendidas incluyen:
- Traumatismos cráneo-encefálicos accidentes de tráfico, laborales, agresiones, etc.
- Ictus infartos y hemorragias cerebrales
- Anoxia cerebral parada cardiorespiratoria, ahogamientos, etc
- Tumores
- Encefalitis y otras enfermedades infecciosas del Sistema Nervioso Central
- Enfermedades Neurodegenerativas (Esclerosis Múltiple, Parkinson,…)
- Lesión Medular
- Enfermedades neurológicas infantiles
En este caso vamos a profundizar un poco con una enfermedad neurodegenerativa: el parkinson.
Es una enfermedad degenerativa producida por la muerte de neuronas de la sustancia negra, que producen dopamina, un neurotransmisor importante en el circuito de los ganglios basales, cuya función primordial es el correcto control de los movimientos. Cuando hay una marcada reducción del nivel de dopamina, se altera la información en el circuito de los ganglios basales y esto se traduce en temblor, rigidez, lentitud de movimientos e inestabilidad postural, entre otros síntomas.
Además de la alteración motora descrita, sabemos que otras regiones del sistema nervioso y otros neurotransmisores están también involucrados en la enfermedad, añadiendo otros síntomas diversos a los síntomas motores típicos, conocidos como síntomas no motores. Con frecuencia pueden aparecer años antes de los síntomas motores, lo que se conoce como “síntomas premotores”. Lo más conocidos son: depresión, reducción del olfato, estreñimiento y trastorno de conducta del sueño REM.
El párkinson es una enfermedad crónica y afecta de diferente manera a cada persona que la padece. La evolución puede ser muy lenta en algunos pacientes y en otros puede evolucionar más rápidamente. No es una enfermedad fatal, lo que significa que el afectado no va a fallecer a causa del párkinson.
A pesar de todos los avances de la neurología, hoy en día se desconoce la etiología o causa de la enfermedad de Párkinson, por lo que también se desconoce cómo prevenirla. Afecta tanto a hombres como a mujeres, y más del 70 por ciento de las personas diagnosticadas de párkinson supera los 65 años de edad. Sin embargo, no es una enfermedad exclusivamente de personas de edad avanzada ya que el 30 por ciento de los diagnosticados es menor de 65 años.
Fuentes de información:
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